Entre recuerdos, música y testimonios, la comunidad de la FCFM rindió homenaje al profesor Saragoni, reconociendo su aporte a la ingeniería sísmica, su influencia en la formación de generaciones y su compromiso con la Universidad de Chile y el país.
En una emotiva ceremonia realizada el viernes 24 de octubre en el Auditorio Enrique d’Etigny de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM), la Universidad de Chile distinguió al profesor Rodolfo Saragoni Huerta con el título de Profesor Emérito, en reconocimiento a su sobresaliente trayectoria académica y a sus contribuciones pioneras en el campo de la ingeniería sísmica.
El acto fue encabezado por la Rectora Rosa Devés, junto a la Prorrectora Alejandra Mizala y el decano de la FCFM, profesor Francisco Martínez Concha, y contó con la participación de autoridades universitarias, integrantes del Consejo Universitario, miembros del Senado Universitario, premios nacionales, profesores eméritos, exdecanos, académicas y académicos, estudiantes y familiares del homenajeado. La ceremonia reflejó el cariño y la admiración de la comunidad hacia una de las figuras más influyentes en la historia de la ingeniería estructural chilena.
En sus palabras de bienvenida, el decano Francisco Martínez destacó la trascendencia del legado de Saragoni, no solo por sus aportes científicos, sino también por el sello humano y docente que lo caracteriza. Recordó sus primeros años como estudiante en la Facultad y el impacto que tuvo presenciar sus clases. “Rodolfo tenía una manera especial de enseñar. Lograba transmitir la pasión por temas complejos con una claridad y entusiasmo únicos. Así comprendí lo que significa ser profesor”, señaló.
El decano compartió también una anécdota vivida durante una gira académica en Italia, donde expertos locales se preguntaban por qué los edificios en Chile resisten terremotos tan severos. “Rodolfo respondió con una frase que me quedó grabada: en Europa se construye para que los edificios no se rompan, pero no pueden usarse al día siguiente; en Chile se construye para que al día siguiente sigan en pie y puedan usarse. Esa respuesta simple y contundente mostró que en Chile existe una verdadera escuela de ingeniería civil, y Rodolfo es uno de sus grandes líderes y fundadores”, expresó.
La presentación del homenajeado estuvo a cargo del profesor Rubén Boroschek, académico del Departamento de Ingeniería Civil, quien repasó los principales hitos de su trayectoria. Recordó que lo conoció en 1985, tras el terremoto del 3 de marzo, cuando Saragoni lideraba la Red Nacional de Acelerógrafos (RENADIC) y su trabajo permitió registrar por primera vez datos de aceleración sísmica en terreno. “Desde entonces fue evidente su pasión, su energía y su curiosidad científica. Rodolfo no solo estudia los terremotos, los entiende, los explica y transforma ese conocimiento en herramientas concretas para mejorar el diseño estructural”, afirmó.


Boroschek destacó su papel en la elaboración de las normas NCh 433 y NCh 2369, la creación del Magíster en Ingeniería Sísmica y su aporte al diseño sísmico de infraestructura minera, puentes y edificios en todo el país. “Cualquiera que trabaje en ingeniería estructural sabe que el nombre de Rodolfo está presente en cada proyecto. Sus ideas, su pensamiento crítico y su visión han moldeado nuestra disciplina. Es original, riguroso y profundamente humano”, añadió.
El profesor Rodolfo Saragoni Huerta es reconocido como una figura central en la ingeniería sísmica de América Latina. Profesor Titular de la Universidad de Chile, ha dictado más de 113 cursos y participado en 156 trabajos de título y tesis. Fue Director del Departamento de Ingeniería Civil, Director de Investigación de la FCFM y Vicerrector Económico y Administrativo de la Universidad. En 2021 fue nombrado miembro honorífico de la Asociación Internacional de Ingeniería Sísmica, integrando la llamada “galería de la fama” de la disciplina a nivel mundial. Asimismo, es presidente de la Comisión Permanente de Código Modelo Sísmico para América Latina y el Caribe.


Durante su discurso, la Rectora Rosa Devés subrayó la relevancia académica y ética del homenajeado, destacando su integridad, su compromiso con la universidad y su vocación de servicio: “La Universidad lo distingue entre sus pares por sus notables méritos académicos, le agradece su valiosa labor y reafirma su pertenencia a esta institución, como cimiento y ejemplo para toda una comunidad comprometida con el desarrollo del conocimiento”, señaló la Rectora Devés. Además, destacó que “en estos tiempos en que se ponen en cuestión principios fundamentales asociados a la vida académica, como la ética y la integridad y la libertad de investigación, figuras como la del profesor Rodolfo Saragoni y su vida -personal y académica- son ejemplo de aquello que debemos resguardar”.
Finalmente, el profesor Saragoni agradeció con emoción a sus colegas, estudiantes y familiares por acompañarlo en este momento especial. “Como mencioné en mis palabras, tengo muchos premios, pero éste lo valoro más porque fue otorgado por mis pares de la Facultad. Ellos me lo propusieron y eso significa quedar en una lista de quienes pasamos por acá, quienes hicimos algo por ella y la defendimos. En eso se diferencia este premio de todos los demás: es un reconocimiento de la gente de acá”, expresó con gratitud.
La Distinción de Profesor Emérito es conferida por la Rectora con acuerdo del Consejo Universitario y se otorga a académicos y académicas de la más alta jerarquía que han cesado en sus funciones, como expresión de reconocimiento a sus méritos y contribución al saber superior. El homenaje al profesor Rodolfo Saragoni reafirma el compromiso de la Universidad de Chile con quienes han dedicado su vida a la formación, la investigación y el desarrollo del conocimiento en beneficio del país.

Fuente: Universidad de Chile
Durante la última jornada de la Comisión Permanente del Código Modelo Sísmico para América Latina y el Caribe, los expertos recordaron los aprendizajes del terremoto del 10 de octubre de 1986 en San Salvador, analizaron los avances normativos del país y destacaron el trabajo colaborativo regional impulsado por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Instituto de la Construcción de Chile.
El último día de la 8ª Jornada del Código Modelo Sísmico para América Latina y el Caribe (CMS) estuvo dedicado a la memoria sísmica, la discusión técnica y los avances en normativas regionales. A 39 años del terremoto del 10 de octubre de 1986, la jornada comenzó con una sesión especial en conmemoración del evento, encabezada por Edwin Portillo, del comité organizador, junto a representantes de la academia y los gremios salvadoreños.
Portillo destacó: “El 10 de octubre es un evento que nos llama a una reflexión sobre muchas cosas… Nos compete a nosotros, casi 40 años después, hacer una reflexión con una óptica de qué falta por hacer”.
Durante la sesión participaron Héctor David Hernández (CASALCO), Rolando Durán (Asociación de Ingenieros y Arquitectos de El Salvador), Rodrigo Garay (Asociación de Ingenieros Estructurales y Sísmicos de El Salvador), Adolfo Ramos (UCA) y Manuel López (UES), quienes abordaron los daños estructurales del sismo, la evolución de las normativas y los desafíos en el sector vivienda.
Durán recordó que el sismo de 1986 “fue bastante violento… con intensidades altas de 8 a 9 en el centro de San Salvador” y subrayó que “la vulnerabilidad de los edificios de la época, con plantas débiles y sin criterios normativos adecuados, fue determinante en los colapsos”.
López detalló la evolución normativa del país: “Después del terremoto del 86 se hizo un reglamento de emergencia en tres meses… En 1996 nacen las normas técnicas vigentes, que el próximo año cumplirán 30 años. El Código Salvadoreño de Edificaciones (CSE) representa un avance hacia su actualización, pero falta su aprobación legal y su proceso de implementación”.



Por su parte, Ginés Suárez, especialista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), presentó la conferencia “Comparativa de códigos de construcción en Latinoamérica”, donde destacó la cooperación técnica regional y la publicación conjunta entre el BID y el Instituto de la Construcción de Chile: “Los códigos de construcción son una herramienta fundamental para la gestión del riesgo de desastres. Cada país debe tropicalizar los parámetros de diseño según sus sistemas constructivos propios”.
La ingeniera Celina Kattan (SLV), en su ponencia “Una Evaluación Global de los Códigos de Construcción”, complementó la mirada regional al exponer los avances del Código Salvadoreño de Edificaciones (CSE) y su integración con el Código Modelo Sísmico (CMS).


En la sesión técnica de la mañana también se desarrollaron los talleres:



Por la tarde, Eduardo Miranda (MEX-USA) expuso sobre “Influencia del sitio en diseño sísmico por desempeño”, seguido de Ricardo Henoch (CHL-USA) con “Los pilares de la construcción en Estados Unidos: códigos, resiliencia y el futuro de la ingeniería estructural”. Finalmente, Óscar Ramírez (PAN) presentó la ponencia “Diseño sísmico basado en desempeño de edificios altos”.
El encuentro cerró con la ceremonia de clausura, donde Rodrigo Narváez, Secretario General del CMS, presentó la tradicional “Acta de Conclusiones y Acuerdos” que da por finalizadas las Jornadas, destacando acuerdos tales como la revisión y aprobación formal del acta por parte del Comité Ejecutivo y del Directorio del CMS AL&EC; la convocatoria a una nueva sesión para validar las propuestas técnicas y administrativas surgidas durante el evento; y el compromiso de las instituciones miembro y colaboradoras para fortalecer la difusión y colaboración interinstitucional, promoviendo además la incorporación de nuevos participantes y la búsqueda de financiamiento para futuras actividades.
En materia técnica, se aprobaron importantes avances del Subcomité Editorial, incluyendo el documento de cimentaciones, la propuesta de diseño lineal elástico y la elaboración de un nuevo documento sobre elementos no estructurales. Asimismo, se acordó intensificar la difusión de los criterios de diseño orientados a la resiliencia estructural y funcional.


Por su parte, el Subcomité VIVE obtuvo la aprobación del documento base con 18 propuestas para reducir la vulnerabilidad estructural de la vivienda informal, junto con el mandato de ampliar su representatividad e integrar sus resultados al cuerpo del Código Modelo Sísmico. También se definió la entrega de su versión final durante la próxima 9ª Jornada.
En paralelo, el Subcomité Editorial recibió la aprobación para avanzar en el diseño gráfico del CMS, la estandarización de versiones y la coordinación técnica con los subcomités de Filosofía de Diseño, Amenaza Sísmica y VIVE. Finalmente, se estableció que el Subcomité de Amenaza Sísmica asumirá el desarrollo de criterios asociados a demanda sísmica, clasificación de suelos y deformaciones últimas, en coordinación con Filosofía de Diseño.
De esta forma, la 8ª Jornada del CMS AL&EC concluyó con una hoja de ruta clara hacia la consolidación del Código Modelo Sísmico, reafirmando la cooperación regional y el compromiso técnico de sus miembros para fortalecer la resiliencia sísmica en América Latina y el Caribe.













or Rodrigo Narváez Sotomayor, Secretario Técnico del Instituto de la Construcción y de la Comisión Permanente del Código Modelo Sísmico para América Latina y el Caribe
En una región donde la amenaza sísmica forma parte de nuestra vida cotidiana, avanzar hacia una construcción más segura y resiliente no es solo un objetivo técnico, es una responsabilidad ética. Desde 2017, el Código Modelo Sísmico para América Latina y el Caribe (CMS) ha venido consolidándose como un instrumento clave para reducir brechas normativas, armonizar criterios de diseño estructural y proteger la vida de millones de personas que habitan en zonas de riesgo.
Este año, la 8ª Jornada del CMS, que se celebrará entre el 8 y el 10 de octubre en San Salvador, representa un nuevo hito. No solo por el nivel técnico de sus contenidos, sino porque por primera vez se desarrollará en el marco de un Congreso Internacional. Esto refleja una evolución natural del CMS: de una plataforma de trabajo técnico a un espacio de cooperación regional con proyección global.
Como Secretaría General del CMS, el Instituto de la Construcción ha asumido con convicción el rol de articulador técnico y estratégico. Nuestro compromiso ha sido construir puentes entre países, entre disciplinas, entre realidades diversas, pero unidas por un mismo desafío: fortalecer nuestras capacidades frente a los desastres naturales.
La importancia del CMS radica precisamente en su capacidad de generar consenso técnico y político en un contexto de alta complejidad. Sabemos que los marcos normativos son disímiles, que las capacidades institucionales varían, pero también sabemos que los terremotos no reconocen fronteras. Por eso, un código común, flexible pero riguroso, actualizado y basado en evidencia científica, es una herramienta imprescindible.
Las jornadas del CMS no son solo reuniones técnicas. Son espacios de validación, revisión y proyección de una agenda que busca mejorar la calidad de vida a través de edificaciones más seguras, de normativas más robustas y de una cooperación técnica efectiva. En esta edición, discutiremos temas clave como la amenaza sísmica, la protección de infraestructuras críticas, la vulnerabilidad de la vivienda informal, y las oportunidades que ofrece la inteligencia artificial en la predicción y simulación de desastres.
Sabemos que aún queda mucho por hacer. Pero también sabemos que, en estos años, hemos construido algo más que un código: una comunidad de conocimiento, compromiso y propósito.
La resiliencia de nuestra región no se construye solo con concreto y acero, sino también con voluntad, colaboración y visión de futuro.